Aprendizajes

Tito quería aprender a tocar la guitarra desde muy niño, pero como su madre ya viuda tenía una situación económica muy complicada ya que debía trabajar en quehaceres domésticos para mantener a sus hijos no tenía el dinero para comprarle el instrumento que su hijo le pedía para poder aprender, y además el ser guitarrista era visto como cosa de viciosos. Por todo esto Tito tomó una iniciativa, mientras aprendía el oficio de carpintería en un aserradero de la Villa cabecera; alternando sus tiempos libres practicaba a escondidas en una tablita que él mismo preparó; con las dimensiones del diapasón  y dibujados los trastes del instrumento, provisto de seis piolines imitando las cuerdas (decía Tito, "a veces tensaba los piolines tratando de que sonaran algunas notas"). En un principio totalmente autodidacta, luego recibiría algunas nociones de Felipe Olivares y mas adelante de Pedro Benito Ogaz, con quién luego integrarían un grupo musical.
Fue su cuñado Lucio Jofré casado con María su hermana quien al verlo tan entusiasmado y talentoso le consiguió una guitarra prestada para que pudiera practicar. Un día su madre tuvo oportunidad de ver y apreciar el amor que Tito sentía por el instrumento y valorando su talento natural juntó el dinero para comprarle su primera guitarra. Tito Recordaba este hecho: " Un día mi madre me dió la sorpresa más grande que tuve hasta esa edad; mis 10 años. Llegó una noche de la Villa, me llamó y me entregó un gran paquete, lo desenvolví apresuradamente; era una guitarra, la común de aquellos tiempos, marca "Tango", pero para mí fué una verdadera joya"*. Fue así como nació una pasión. Recordaba la primera canción que aprendió: "La primera canción que empecé a entonar, con la cual ensayaba a cantar acompañándome con la guitarra; recostado de espaldas en una cama hasta que aprendí fue la canción con rasguido 6/8, Nieve, Viento y Sol. Desde mis montañas/ solo por tu amor,/ he bajado al Valle/ con una canción. Nieve pa' las penas/ viento pal' dolor,/ y sol para las sombras/ de mi corazón". Años más tarde se interesaría por el sonido y la práctica de otros instrumentos tales como el piano, la trompeta. Aunque no lo hizo por mucho tiempo dejando dichas prácticas inconclusas; cosa extraña en Capdevila que se caracterizó por su gran tenacidad. Y en sus últimos años de existencia adquirió y practicó la ejecución del Bandoneón. En este caso logró mayor continuidad y resultados. Su creatividad también floreció en la creación de dos métodos para aprender a interpretar la guitarra sin conocimientos de música. Del mismo modo también creó un método para estudiar el bandoneón. Durante los primeros años de vida de su primer hijo; Arturo, se dedicaría a la práctica del piano (Aún existe una mesa en la que dibujó y dejo a medio pintar el teclado de piano, para ejercitarse sin el instrumento); y también la trompeta (que dejó de practicar pronto ya que solo disponía de su hogar para hacerlo, y el sonido estridente del instrumento aterraba a su hijo) pero nunca llegó a interpretar en público con esos instrumentos. Hay un dato poco conocido y es el gran talento de Tito para imitar voces. Inventaba diálogos de personajes lugareños con gran habilidad. Era un gran amante de las palabras y el lenguaje; se interesaba mucho por aprender vocablos de otros idiomas (con la ayuda de personas originarias). Tal es el caso del árabe, yugoslavo y por sobre todas las cosas la lengua quechua; de la que conosía mucho.

Tito y Felipe Olivares, Jáchal 1941

*A lo largo de su vida Tito tuvo muchas guitarras. pero hay una mítica guitarra "Tormo" que lo acompañó en gran parte de su carrera solista; aproximadamente a partir del año 1976 hasta el final de sus días. Su familia la conserva junto a una guitarra de concierto "Antigua casa Núñez", adquirida en la década del noventa cuando ya estava jubilado.

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